Jessica Powell no es una abogada cualquiera. Empezó a trabajar a los 14 años y a los 16 ya vivía sola. Se financió sus estudios universitarios, graduándose con honores, y luego empezó a trabajar para el Departamento de Servicios para Discapacitados de la Mancomunidad de Kentucky, que procesaba solicitudes de discapacidad para la Administración del Seguro Social. Mientras trabajaba allí, Jessica decidió perseguir su sueño de ser abogada. Por ello, estudió derecho, sin dejar de trabajar a tiempo completo, y se graduó con la mejor calificación de su clase. Tras graduarse, trabajó como abogada de planta para un juez estatal y luego en un bufete nacional especializado en casos relacionados con medicamentos recetados y dispositivos médicos defectuosos, negligencia médica y negligencia ajena. Allí, trabajó en casos contra algunas de las empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos más grandes del mundo. Jessica se unió a Kruger & Hodges para centrarse en ser una abogada local, ayudando a personas lesionadas aquí mismo, en Ohio. Con su experiencia, aporta una sólida ética de trabajo, formidables habilidades legales y, sobre todo, compasión a los clientes de Kruger & Hodges.
Jessica es originaria de tres estados y actualmente reside en el condado de Adams, Ohio. En su tiempo libre, disfruta de la jardinería, la cría de pollos, la cocina y pasar tiempo con su familia, que incluye dos basset hounds rescatados.